domingo, 26 de septiembre de 2010

El poder es invisible hasta que lo provocas

Sabemos que ese eslogan terminará como anuncio de un par de tenis "Nike".....

El hombre se que se sofoca se desabrocha entonces el cuello de su camisa. Intenta apoyarse sobre las paredes blandas de la Nueva Arquitectura del Mundo Unido. Se hecha a correr, precipitándose por una de las avenidas. Cree estar cerca de la periferia, ahí donde los muros están envejecidos y tachados. Pero en lugar de eso, se ve entrando en lo que le parece un parque temático absurdo, donde el Subcomandante Marcos vende helado, el Che Guevara es el joystick de un juego virtual, y Marx hace de mascarón de proa de un tren fantasma.

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